San José, la capital de Costa Rica, es un centro político y cultural y, sobre todo, la puerta de entrada a uno de los países más bellos del istmo centroamericano. Los museos y una arquitectura un poco ecléctica son distintivos de una ciudad típicamente latinoamericana donde el contraste entre los barrios acomodados y las zonas marginales hace pensar en dos países diferentes. Al llegar a San José, en primer lugar hay que abrir la ventana del hotel y ver el paisaje que rodea la ciudad: un círculo de montañas, algunas con volcanes activos, rodea el valle donde se instaló la capital costarricense. Hecho esto, la obligación número dos es planear las visitas a los museos y jardines de la ciudad, que son varios y de gran calidad. La asignatura número tres es aprender a bailar en el bar del hotel. Menos de una semana de esta vida le alcanzarán para conocer los tesoros de la ciudad, defenderse dentro de una pista de baile y palpar el ritmo de un lugar acogedor.
Los imperdibles:
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JARDÍN LANKESTER
El clima tropical y el trabajo admirable de los costarricenses dan vida a la mayor colección de orquídeas del mundo, que alcanza las 800 variedades. Pero el jardín no sólo tiene orquídeas, además hay casi un centenar de especies arbóreas y plantas de menor porte. Una infinidad de tonalidades de verde brinda un espectáculo increíble, que es mayor en los días nublados, cuando los colores se diferencian aún mejor.
Informes: Dulce Nombre, 7 km., tel. 552-3151
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JARDÍN DE MARIPOSAS SPYROGYRA
En medio de un jardín de ensueño, más de treinta tipos de mariposas revolotean sin cesar dando un espectáculo de colorido difícil de imaginar. Recorrer los jardines es un placer para la vista, y también una oportunidad para aprender un poco más sobre la biodiversidad y la importancia de los insectos en el equilibrio ecológico. Además, en el mismo lugar se puede conocer la imponente iglesia de San Francisco.
Informes: Guadalupe tel. 222-2937
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MERCADO CENTRAL
Artesanías y todo lo que produce la naturaleza se puede comprar en este mercado donde los puestos se enciman en las callecitas angostas del centro de la ciudad. Pescado, fruta, animales domésticos y silvestres, verduras y hortalizas, flores, todo, todo lo que natura ofrece se vende en el mercado.
Informes: intersección de las Avenidas Central y Uno.
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MUSEO DE JADE
Los pueblos precolombinos fueron grandes artistas del jade y la mayor colección del mundo de este tipo se encuentra en este museo. El grueso de la exposición corresponde a las obras que abarcan los mil años desde el 300 a.C. hasta el 700 de nuestra era, un período de fino arte indígena americano.
Informes: Avda. 7 entre calles 9 y 11
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MUSEO DEL ORO
San José ofrece con orgullo este museo para que el viajero se deleite con la colección más importante de orfebrería del mundo americano. Más de un millar y medio de artículos adornan este museo de tres plantas (cada una corresponde a una época) en el que el sentido de la estética y la habilidad aborigen ha dejado una muestra palpable de que en América no había pueblos salvajes, sino civilizaciones de una riquísima cultura.
Informes: Plaza de la Cultura.
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MUSEO NACIONAL
El edificio del museo es el antiguo Fuerte Bellavista, de neto corte colonial y varios siglos de vida. En el interior alberga fotos, documentos, muebles, artesanías y un largo etcétera de muestras que dan cuenta de la historia de Costa Rica desde los indígenas hasta el siglo XX.
Informes: calle 17 y Av. Central
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PARQUE NACIONAL TAPANTÍ
El bird-watching es una actividad que cada vez tiene más adeptos, porque permite estar en contacto con la naturaleza sin alterar ningún equilibrio, disfrutando de la belleza de las aves y asombrándose al observarlas en detalle. El parque Tapantí es el mejor lugar del mundo para realizar esta actividad.
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PARQUE NACIONAL VOLCÁN POÁS
Una tenue humareda viste la cumbre del volcán Poás. A medida que se sube por la ladera, se huele un poco más la ceniza, el azufre y ya sobre el cráter la temperatura aumenta unos grados por el vapor que sube desde la laguna que hay allí dentro. El volcán parece tranquilo y no despierta temor, pero la excitación es inevitable porque la imagen de una erupción siempre está presente. Es una excursión sin dudas fascinante y altamente recomendable.
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PLAZA DE LA CULTURA
Haciendo honor a su nombre, cualquiera que se detenga unos minutos a mirar alrededor va a encontrar ritmos caribeños, bailes andinos, artesanías, trajes típicos y hasta algún mimo actuando en plena plaza.
Informes: Avenidas Central y 2
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TEATRO NACIONAL
También en la Plaza de la Cultura, y como para reforzar el nombre, está el llamativo edificio del teatro Nacional. Es uno de los más bellos de la ciudad por sus adornos de estilo italiano y sus columnas de mármol con capiteles dorados; además, alberga dos estatuas formidables. Una es del poeta español Calderón de la Barca; la otra está dedicada a Beethoven.
Informes: Plaza de la Cultura,
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VALLE OROSÍ
A media hora en auto desde San José se encuentra el valle donde se puede apreciar el verde que rodea la ciudad y algunas ruinas que hablan del pasado: unas de la colonia, otras del bosque tropical que alguna vez cubrió el suelo de Costa Rica.